.....conocer los fastidiosos gustos festivos, como el respeto a las sillas de los caballos; pero no
tenían prisa, y a las diez en punto me encontraba yo con prisa en los suburbios yendo hacia la puerta del
Doshan Tepe, con cuatro ingleses, un
irlandés y un Gales cantando en la retaguardia.
“¡Khuda rah pak
Kumad!”– (debe haber barrido dios tu carretera)-exclamo Ali Akbar. Cuando
llegue hasta la puerta, y pase
las puertas de la ciudad, le dije a Ali que estaba empezando mi ruta hacia
Meshed en asp-i-awhan ,el complemento
esto con –“Paradam daromad”-(“mi padre ha salido”)- una exclamación metafórica
de Persia , que significa que tan maravillosas noticias han tenido el efecto de
levantar a su padre de la tumba.
El tiempo ha cambiado otra vez desde la mañana temprano;
esto es evidentemente un tiempo
irregular e inestable, las nubes grises nos confunden, arremolinadas sobre la
blanca cumbre del Demavend. Cuando
nosotros surgimos en la planicie fuera de los terraplenes, unas cuantas nubes
algodonosas huyeron salvajemente.
Imperfecto pero practicable, el camino para burros deja paso
a un paisaje seco alrededor de la
carretera de Meshed que lleva directamente al sudeste desde la
ciudad, y se ve desde la altura,
pasando un repecho, y luego una depresión en las cercanías del Doshan Tepe, en
las extensiones de Elburz. La carretera de la ciudad esta ahora en mejores
condiciones que nunca para conducir; a diario esta carretera se llena de
animales de carga trayendo producción a Teheran. Y durante estos diez días de
buen tiempo han pisado la carretera haciéndola dura, pero no tan seca como para
que se forme polvo al andar, cosa que pasara mas adelante.
Nuestra carretera es llana
y buena durante un farsakh (6 km), después vuelve a ser terreno
creciente que nos lleva gentilmente en
cuesta hacia el paso. La cuesta es agradable, y practicable durante una
distancia pequeña, hasta que llega a ser demasiado rocosa y escarpada, hay
tengo que desmontar y rodar hasta la cumbre.
La cumbre del paso esta a solo unas nueve millas de la muralla de la ciudad.
Nos paramos un minuto a tomar una botella de vino del sótano
privado del señor North , que me permitió
coger aliento, echar el ultimo vistazo y despedirme de Teherán y de los
sujetos que tenia alrededor, aquí abajo
montados hacia la loma este .
Teherán esta en semioscuridad bajo el mismo velo nebuloso, que observe en mi primer acercamiento desde el oeste
y que siempre parece cernirse sobre él, estas nubes no están
suficientemente............