domingo, 23 de septiembre de 2012

CAPITULO 1 PARTE 7


....... a los saludos del ministro ruso las formas y rasgos de uno quien, él decía, sentir “el honor de conocer” nosotros discutimos por medio del señor M__ sobre mi viaje desde San Francisco hasta Teherán, y el propósito de continuar hasta él pacifico, y durante gran parte de la entrevista, el general Melnikoff  se mantuvo cogido de mi mano afectuosamente. “¡¡Maravilloso!!-dijo- nadie hizo nunca ni la mitad de ese viaje; todo mi corazón ira con tigo hasta que tu viaje este completado”  .
El señor M__  miro e hizo de interprete entre nosotros, con una continua y confidente y poco reveladora sonrisa. ¿No habrá problemas para obtener el permiso para llegar a Turkestan? –me sentía obligado a preguntar. Tal demostración  excesiva de afecto y bonhomia  por  parte de la diplomacia  rusa puede ser sospechosa.
“¡¡OH querido, no!! – replico el general-¡¡ho, querido no!!, Mandare un telegrama al general Komaroff, en Askabad, para quitar todos los obstáculos y que nada pueda interferir en tu progreso”.
Habiendo oído esta afirmación tan positiva, cogimos nuestro permiso. El señor M__  estuvo recordándome  regocijadamente lo que él había dicho sobre los rusos  de que son las personas más agradables de la tierra, y recordándome poco después las nubes de dudas,  sobre si coger las carreteras hacia Turkestan, ya disipadas por las seguras asistencias del ministro ruso.
                                                  EL COMIENZO DESDE  TEHERÁN
Buscando por el  bazar, tuve éxito, después de algún pequeño problema, buscando un cinturón de oro ruso, suficiente como para llevarme hasta Japón. En la mañana del diez de Marzo digo adiós a la capital persa, bien satisfecho por la perspectiva que me queda. Mientras empaquetaba mis trampas en la mañana antes de empezar, comenzó a llover por primera vez en diez días, pero se aclaro de nuevo antes de la media noche, y la mañana se abrió brillante y prometedora como siempre. Seis miembros del personal de telégrafo han determinado acompañarme fuera de  Kantoum-abad, la primera estación de cambio de caballos esta la carretera del peregrino en Meshed, a distancia de siete farsakhs. Mezcolanza (cordero con verduras), el cocinero y el meshedí ali, apodado el golam  fueron enviados delante nuestro ayer con abundantes refrescos y  diversas botellas negras misteriosas. La intención de la fiesta es permanecer en Kantoum-abad hasta amanecer, y darme una buena despedida mañana por la mañana.
Algún pequeño retraso  se debió a la dificultad de.......

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